Fatiga persistente: cómo abordarla desde la medicina integrativa

Sentirse cansado es parte de la vida moderna. Pero cuando el agotamiento se vuelve constante, no mejora con el descanso y afecta tu calidad de vida, estamos hablando de algo más profundo. La fatiga persistente puede ser la punta del iceberg de desequilibrios más complejos. En este artículo exploramos cómo abordarla desde la medicina integrativa, con un enfoque global y personalizado.
¿Qué es la fatiga persistente?
A diferencia del cansancio normal, la fatiga persistente no desaparece tras dormir bien o tomarse un respiro. Puede ir acompañada de niebla mental, dificultad para concentrarse, dolores musculares o problemas digestivos. En algunos casos, se diagnostica como síndrome de fatiga crónica (SFC/EM), aunque muchas personas la experimentan sin llegar a ese diagnóstico.
La medicina convencional suele buscar causas puntuales (deficiencias, infecciones, trastornos hormonales), pero no siempre encuentra respuestas claras. La medicina integrativa, en cambio, plantea una mirada más amplia que considera múltiples factores interconectados.
Causas posibles desde una mirada integrativa
- Estrés crónico y disautonomía: el sistema nervioso puede entrar en un estado de alerta prolongada que agota las reservas del cuerpo.
- Inflamación silenciosa: bajo grado de inflamación crónica que no da síntomas evidentes, pero afecta funciones clave como la energía o la inmunidad. Si este tema te interesa, también puedes leer Terapia con exosomas: regeneración celular de última generación
- Desequilibrios hormonales: alteraciones en el eje cortisol-melatonina, tiroides, hormonas sexuales o insulina.
- Problemas digestivos y microbiota alterada: un intestino desequilibrado puede repercutir directamente en los niveles de energía.
- Déficit de nutrientes esenciales: hierro, vitamina D, B12, magnesio, entre otros.
Estrategias para recuperar la energía
El objetivo de la medicina integrativa no es solo “activar” al paciente, sino restaurar su equilibrio de fondo. Algunas de las estrategias incluyen:
1. Evaluación funcional completa: Más allá de una analítica estándar, se exploran niveles hormonales, marcadores inflamatorios, salud intestinal y otros parámetros funcionales.
2. Alimentación personalizada y sin inflamación: Una dieta adaptada puede reducir la carga digestiva, apoyar al hígado y favorecer la energía celular. En casos seleccionados, puede incluir fases de detoxificación suave. Si quieres profundizar, puedes leer Detoxificación celular profunda: ¿moda o necesidad real? donde abordamos cuándo estas estrategias pueden tener sentido.
3. Suplementación y terapias de apoyo: Coenzima Q10, NADH, magnesio o adaptógenos como la rodiola pueden formar parte del plan. En algunos casos, se integran terapias intravenosas bajo supervisión médica. Si te interesa este enfoque, puedes consultar también Vitaminas intravenosas: cuándo son necesarias, donde explicamos cuándo es realmente útil este tipo de intervención.
4. Regulación del sistema nervioso: A través de técnicas como la respiración diafragmática, la meditación, el biofeedback o la terapia somática, se ayuda al cuerpo a salir del estado de “alerta constante”.
5. Movimiento consciente: Actividades suaves como el yoga terapéutico, el pilates o las caminatas al aire libre pueden ayudar a movilizar la energía sin sobrecargar al cuerpo.
El valor del acompañamiento
Uno de los aspectos más importantes cuando se trata de fatiga persistente es sentirse escuchado y acompañado. Muchas personas han pasado por médicos sin encontrar respuestas claras, lo que puede generar frustración o sensación de no ser tomadas en serio.
En medicina integrativa, el abordaje se basa en la escucha, el respeto por el proceso de cada persona y la construcción de un plan conjunto. También se pueden incorporar técnicas emocionales o cuerpo-mente para trabajar los aspectos psicoemocionales que acompañan este tipo de cuadros.
Recuperar la energía no es cuestión de fuerza de voluntad, sino de comprender que no existe un equilibrio en tu cuerpo (homeostasis). En nuestro centro médico, el Dr. Diego Hernández te acompaña con un enfoque individualizado y basado en evidencia, para que puedas volver a sentirte tú mismo/a.
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